Si a todas las cosas que ya sabemos (un entrenador que no está demostrando el nivel necesario para dirigir una plantilla con estas aspiraciones, una plantilla corta y en algunos puestos bastante peor cada año, la falta de un hombre gol, etc.), le añadimos que tenemos el viento en contra, pues todo lo que hagamos saldrá mal.
El Sevilla no ha merecido perder hoy en Vallecas, es más, a mi juicio, ha merecido ganar el partido.
Fui a por el partido desde el primer momento, y eso que reservó jugadores algún jugador importante. Aún así, dominó y marcó un gol legal que una vez más, volvieron a anularnos. Y cuando parecía que injustamente nos íbamos a ir empatados al descanso, un nuevo error de Javi Varas (desde Barcelona no da pie con bolo), nos costó que los vallecanos se pusieran por delante sin haber tocado el balón.
Y por si faltaba poco, al empezar la segunda nos cogen en una contra y nos hacen el segundo. Aún así, el equipo siguió luchando, marcó y dispuso de varias oportunidades para haberse llevado, al menos el empate (incluido un nuevo palo de Negredo).
Pero no pudo ser y la Champions empieza a ponerse más que complicada (a 6 puntos y con dos equipos por medio). Y para colmo, la moral anda por los suelos para la visita del Valencia.
Pero bueno, soy optimista después de haber visto a Reyes hoy muy implicado y aumentando la calidad de la delentera del Sevilla, como por nombre y precio debía hacer, pero de la que confiaba poco.
Si este futbolista sigue con la actitud que le he visto hoy....el equipo va a mejorar.
Olvidemos ya el partido de hoy y vamos a centranos en el Valencia. Valencia, Valencia, Valencia, no cabe otra cosa.
2 comentarios:
Tenemos que ser muy honestos con nosotros mismos.
Este equipo no mete presión e intensidad NUNCA. Pçerdidas contínuas de balones en el centro del campo, fallos garrafales defensivos y en ataque. Jugadores que ERAN y ya no SON.
¿Por qué?
¿Quién es el culpable de ésto?
Seamos honestos todos y no culpemos al viento.
Mis respetos
Tienes razón, pero por muy bueno que seas o por muy malo, siempre hay en un fútbol un momento en el que entre ganar o perder la única diferencia puede ser un poco de suerte. Y últimamente, esa suerte nunca aparece.
Creo que no hace falta recordar que el mejor Sevilla que conocemos, el que jugaba de maravilla, el que ganó su segunda Copa de la Uefa estaba eliminado en ¡Octavos de Final! por un desconocido en ese momento Shaktar Donest, y que nos clasificamos para cuartos gracias a un gol en el descuento marcado por el portero.
No he querido decir que la culpa es de la suerte, de la mala en este caso, sino que no tenemos suerte y hay momentos en los que en poco de suerte cambia el signo de un partido, de una temporada, de todo.
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