Si cuando debemos ganar empatamos, cuando merecemos empatar, perdemos.
Hoy ha vuelto a pasar. Hemos jugado una primera parte regular, en la que hemos sido inferior al Málaga y en la que nos hemos ido al descanso perdiendo merecidamente y también por mala suerte o por los malditos fallos defensivos.
Después, hemos sido superiores al Málaga y además nos han anulado un gol claramente legal.
En definitiva, un buen partido fuera y otro aceptable y sólo un punto. Así es imposible alcanzar el objetivo de la Champions.
Esperemos que con la llegada de Cala y de Baba nos cambie la suerte.
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