miércoles, 28 de febrero de 2007

Estoy triste

Estoy triste. Estaba gritando el gol de Kanouté con una alegría inmensa porque mi equipo estaba a un paso de las semifinales de la Copa del Rey. Entonces, un energúmeno, no, uno no, muchos, porque cayeron muchas botellas aunque sólo una impactó en el entrenador del Sevilla nos destrozó la noche a todos. Ver entrar en el túnel a Juande Ramos sin conocimiento, ha sido una de las imágenes más tristes y penosas que he visto en un estadio de fútbol. Ese energúmeno, por su acierto, y todos los que tiraron objetos han ensuciado dos de las cosas que más me gustan de este mundo, el nombre de mi cuidad y el fútbol. Lo que más pena me da es que ésto no lo han hecho los ultras, esos salvajes que siempre estropean las cosas, sino gente normal, gente que pierde la cabeza y están a punto de matar a alguien. Me quito el sombrero con José María Del Nido. Sus declaraciones a la altura de nuestro club. Igualmente, las declaraciones de Villarán, portavoz del Betis, a la altura del suyo. Hoy me hubiera gustado comentar aquí la victoria de mi equipo y las bajezas del rival:
  • Productos tóxicos en el vestuario.
  • Busto de Lopera en el palco justo detrás del Presidente del Sevilla F.C.
  • Veto a Sevilla F.C. Radio.
  • Prohibición de entrada a Monchi.
  • No entregar balones a los suplentes del Sevilla F.C. en el descanso. ....etc. Pero no, los atropellos béticos se han quedado en nada ante los actos vegonzosos de la afición verdiblanca, y digo afición, porque tanto el objeto que impactó a Del Nido como la botella que impactó a Juande Ramos salieron de Preferencia, de la Zona Noble, de la zona donde supuestamente están los aficionados más antiguos de ese equipo. Y a esta hora sigo esperando un comunicado del mismo que preguntó ayer en El Larguero que si el estilo bético era apedrear un autobús.

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