Después de haber pasado de forma brillante ante el Real Unión de Irún, ya sabemos el camino que tendremos que recorrer para llevar a nuestras vitrinas una nueva Copa de España.
Este camino empezará en el Ramón Sánchez Pizjuán el día 22 de diciembre contra el Málaga, con la vuelta el día de Reyes en la ciudad malacitana.
Una vez hayamos eliminado a los malagueños, tendremos que viajar al levante español, ya sea a Villarreal o Valencia, pues igual que habrá un duelo andaluz, también habrá uno de la comunidad valenciana. Estos partidos serán el 12 y el 19 de enero.
Y para las semifinales, tendremos que desplazarnos, previsiblemente, a Madrid, pues nuestro rival saldrá de los enfrentamientos Real Madrid-Almeria y Atc. de Madrid-Español, por lo que sería posible una visita en semifinales a Almería o Barcelona, aunque no la veo muy factible, pues parece que este año los merengues quieren ganar la Copa (no será que lo quieren todos los años pero que no pueden, quién sabe). El caso es que sea donde sea de esas tres ciudades, la eliminatoria será el 26 de enero y el 2 de febrero con la vuelta fuera de casa.
La gran final, el día 20 abril, en plena Semana Santa sevillana.
No habrá derbi salvo que ambos lleguemos a la final, lo cual, en el caso del segundo equipo de la ciudad lo veo harto complicado.
El camino no va a ser fácil, aunque tampoco, ni mucho menos, lo era el año pasado y la Copa se vino para Sevilla. Tampoco lo era el anterior a ése y no nos plantamos en la final por aquel horroroso partido ante el Athletic en San Mamés.
El caso es que para un equipo como el Sevilla FC, que en la actualidad, no puede luchar por el campeonato liguero, que no, que no puede, lo diga quien lo diga, ganar la Copa o la Europe League es un objetivo por el que tiene que pelear cada año.
Si cayera la sexta, significaría que en sólo 4 años habría conseguido los mismos títulos que en el resto de la historia de nuestro club, lo cual, sería para quitarse el sombrero.
De momento, el Málaga.
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