Casi 14 meses después

El 27 de diciembre de 2006 aterrizaba en Sevilla Kerzhakov. Nuestra delantera era la máxima goleadora de la liga en aquella época y con la llegada del ruso todos vimos colmadas nuestras expectativas. Yo tenía muchas esperanzas puestas en él y para mí era el segundo delantero, por delante de un Luís Fabiano que no tenía nada que ver con el actual. Sin embargo no llegó a gozar nunca de la titularidad como Kanouté o ahora, Luís Fabiano y eso que siempre que salía creaba mucho peligro, daba sensación de ser un delantero de gran nivel y hacía goles. Ahora que se ha confirmado su marcha, tengo claro que para mí, ha sido un fiasco. Si no hubiera sido así, estaría preocupado y triste por su marcha, pero el ruso ha pasado por mi vida sevillista sin pena ni gloria y ni siquiera siento o me preocupa su marcha. Pero, ¿por qué ha ocurrido ésto?. Quizás no se ha adaptado a la tierra, al clima, a la forma de vivir. Quizás no ha podido con la competencia de Luís Fabiano y Kanouté. Quizás no ha sido capaz de aceptar un rol secundario en este equipo. No lo sé. Lo que sí sé es que hace mucho tiempo que su mente no estaba en el Sevilla y que cuando jugaba no era ni la sombra del jugador que llegó. Me gustaría saber por qué, pero me temo que no nos enteraremos, porque razones las hay, seguro. Y al final todos contentos. El jugador porque vino a ganar títulos y se lleva una Copa de la Uefa, una Copa del Rey y una Supercopa de España y porque se marcha a Rusia de nuevo en busca de esos minutos que aquí no tiene (insisto que él tiene mucha culpa de no haberlos tenido) y que le permitirán (o eso espera) jugar la Eurocopa. Y el Sevilla porque vende por el doble (más o menos) de lo que le costó a un jugador que tenía un gran cartel cuando llegó y que a todas luces se había devaluado en Sevilla. Yo me alegré mucho de su llegada, a la denominé "regalo de navidad" en el post que le dediqué y me alegro de su marcha porque hemos sacado beneficios por un jugador que prácticamente no aportaba nada en lo futbolístico. Aún así, salvo esa dejadez que no sé por qué ha ocurrido, no tengo nada que reprocharle y como parte de nuestra historia, de la mejor época de nuestra historia, sólo me queda darle las gracias. Mucha suerte Sasha.