domingo, 30 de marzo de 2008

Defensa en cuadro para un partido trascendental

Jugar en Madrid siempre es complicado, pero jugar después de una racha de derrotas de los merengues, con el Barcelona y el Villarreal pisándole los talones y con la defensa en cuadro es aún más. El Sevilla se presenta en Madrid con la obligación de ganar si quiere seguir teniendo opciones reales de quedar al final de temporada entre los cuatro primeros. Claro que no será definitivo, pero una derrota, aun cuando el Atleti perdió ayer y no aumentaría su ventaja, reduciría muchísimo las ya pocas posibilidades que tenemos. Y llegamos a Madrid con las bajas de Escudé y Dragoutinovic (aparte de las de Javi Navarro). Con este panorama, se me antoja difícil la victoria, pero tenemos que tener fe, porque en esta temporada ya les hemos hecho morder el polvo en tres ocasiones a los merengues. Anoche, precisamente lo hablaba con mi mejor amigo, que tiene sólo el defecto de ser merengue. Como ya conté un día, desde que teníamos 16 años más o menos nos jugamos un churrasco en cada enfrentamiento, con la norma de que el de casa sólo le vale ganar. Anoche me decía que ya está bien, que está harto de pagarme cenas (ya, con treinta y tantos nos podemos permitir pagarnos algo más que un churrasco). Lo que si está claro es que la única posibilidad que tenemos de ganar en Madrid es que el equipo muestre su mejor cara, ésa que irregularmente está mostrando en algunos partidos, alternándola con otras como la que dio en la primera vuelta del partido con los colchoneros. Si es así, tendremos muchas posibilidades de regresar de Madrid con los tres puntos en el casillero, porque ya le hemos currado tres veces, y ahora no están en su mejor momento. A por ellos. Sobre las tonterías de Luís Fabiano, no voy a entrar, estoy ya harto de escucharle tonterías.

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