jueves, 15 de marzo de 2007

Esta copa es nuestra

Y quien quiera quitárnosla tendrá que sudar sangre. Histórica, inolvidable la noche de hoy, una más en nuestra competición favorita, en aquella que dicen los Biris que nos cambió la vida. Después de una primera parte arrolladora del Sevilla F.C. en la que pudimos irnos con varios goles de ventaja llegó el gol de ellos al inicio de la segunda. Pero este equipo está hecho de otra pasta. Dicen que nunca se rinde, y es la verdad. Primero marcó Maresca, que se agranda en este trofeo tanto o más que el equipo. Después, en los últimos minutos marcaban de nuevo. Entre medio varias jugadas dudosas en el área ucraniana y un rosario más de ocasiones falladas. Cuatro minutos dio el árbitro, cuatro minutos sólo para hacer lo que no habíamos podido hacer en todo el partido. Se fueron agotando, no me quería resistir a entregar nuestra copa en Glasgow sin poder decirle, volveremos a por ti. Últimos segundos, corner que saca Daniel Alves y Palop, como soñamos todos los niños que alguna vez hemos jugado de portero, remató de cabeza y empató el partido. Ni soñando hubiésemos imaginado un final así. En la prórroga marcó por fin Chevantón, de lo cual me alegro mucho, gracias a un derroche de casta de Maresca y de clase de Luis Fabiano. Mañana, cuando entreguemos la copa al alcalde de Glasgow, le susurraremos al oído, dentro de 2 meses te traeremos de nuevo a casa.

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