Mañana será, espero, él último asalto de los derbi de este año. El último asalto de la eliminatoria de copa. Una eliminatoria trampa. Trampa por la diferencia que hay entre ambos equipos: 22 puntos en liga en 27 jornadas, ejemplo de casta y buen juego contra un equipo que no sabe a qué juega. Y trampa por las condiciones en las que se llegan tras tener un marcador muy a favor.
El día 28/2 íbamos ganando en el minuto 11 de la segunda parte por 0-1. En 34 minutos, un equipo hundido tenía que marcar dos goles a un equipo crecido. Nadie creía que eso pudiera suceder. El cansancio, la desazón por el gol encajado, etc. Pero ocurrieron esos acontecimientos tan desagradables y su suspendió el partido hasta mañana. Y ahora la cosa no es igual que el otro día. Que nadie se engañe. Ambos equipos estarán frescos, tendrán que jugar un partido de 34 minutos y dispondrán de los hombres que quieran (que no estén sancionados ni lesionados y en el caso del Sevilla tampoco Hinkel que había sido sustituido).
Esta es la situación, la injusta situación a la que tendremos que enfrentarnos después de haber sido los únicos inocentes de esta historia.
Pero aún así, la eliminatoria está encarrilada y creo que llegamos en mejor estado de forma que el rival, además de ser infinítamente superior. Por eso, el payaso de su entrenador intenta motivar y distraer la atención de su derrota en Mallorca. Lo de este hombre ya es de vergüenza. Mira que en este equipo ha habido entrenadores, jugadores y presidentes payasos, pero éste se lleva la palma. Balbucea tonterías a todas horas y habla sin razón y conocimiento. Mintiendo como mintió a La Sexta cuando negó haber echado sal en la portería sevillista aunque lo había visto media España. Diciendo tonterías como no haber visto al Sevilla en el partido de Uefa o haber oido (ésta es la última perla de hoy) que el Sevilla estaba en tres competiciones y que sólo está en dos, que la tercera tiene que jugarla. Pero hombre de Dios, espero que te haya liado el lenguaje, porque si no eres un verdadero IMBÉCIL.
Pues nada, ojalá mañana acabe esta pesadilla, por larga, de eliminatoria y estemos en el bombo del viernes. A por ellos.
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