No pudo ser. Jugamos un gran partido, sobre todo la primera parte, pero este juego es así, no siempre ganan los que se lo merecen.
Para empezar, el Barcelona ganó en el último suspiro, con un golpe de suerte, ese golpe que si es a favor del Sevilla decimos que es la suerte del campeón. Ahí empezó a torcerse la tarde noche.
Después empezó el partido con un cambio con respecto al equipo que había dado la Cadena Ser (que siguen tan torpes como siempre). Alves por Martí, lo que situaba a Navas (en muy baja forma) como media punta, a Renato en el medio centro junto a Maresca y a Alves en el interior derecha.
El Sevilla fue muy superior al Valencia. Teniendo el control del partido y a ratos, jugando un fútbol primoroso.
Pero en una jugada aislada Villa marcó el primer gol. El Sevilla no se descompuso, siguió atacando, y fruto de su buen juego llegó el penalti a favor, que marró Maresca.
Al descanso nos fuimos perdiendo un partido que merecíamos, como poco llevar empatado. En el segundo tiempo, los acontecimientos se sucedieron. Penalti de Hinkel a Villa y expulsión del alemán. Creo que no fue ni penalti, pero mucho menos expulsión. Ahí se acabó el partido. El Valencia ni con uno menos podía con el Sevilla y el Sevilla estaba demasiado cansado para luchar por un empate que tampoco hubiera significado tanto y más con el partido que tenemos el jueves.
Parece que la liga se ha perdido, eso dicen por ahí. Pero siguen dando oportunidades al Real Madrid y al Valencia que tienen menos puntos que nosotros.
Creo que aún no se ha perdido la liga, porque el Sevilla está muy bien y creo que los demás, incluido el Barcelona, no lo están. La ventaja del Barsa que no tiene competición europea y los puntos que lleva de ventaja. Pero no están bien, hay mal ambiente y en río revuelto, ganancia de pescadores.
A pescar entonces.
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