jueves, 5 de abril de 2007

Que se pare dos horas

Sí, paremos la Semana Grande de nuestra ciudad dos horas. Las que necesita el equipo que lleva a gala su nombre para, al menos, encaminar la eliminatoria que nos acercará un poquito más a Glasgow, ese 16 de mayo que tiene que quedar grabados también en nuestros corazones. En esas dos horas, las siete hermandades del Jueves Santo estarán en la calle pero la ciudad se tiene que paralizar. Luego, a vivir la Madrugá con la alegría de que nuestro equipo estará más cerca de semifinales. Serán muchos los sevillistas que no puedan ir al Sánchez Pizjuán porque salgan de nazareno, costalero, colaborador. El resto no puede faltar. Debemos estar todos los que podamos y gritar más que nunca para que los jugadores no noten la frialdad que Juande dice notar. No creo que la afición esté fría. Al contrario, todos estamos muy ilusionados pero todos sabemos lo que significa para nosotros la Semana Santa. Es totalmente distinto al partido de feria. Es otra fiesta. Así que los que vayamos, a dejarnos la voz en el campo.

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