Y la magia regresó

Con Manolo Jiménez ha vuelto la magia. Esa magia que había en el Sánchez Pizjuán y que casi bastaba para derrotar a los rivales. Ya sea por la convulsa pretemporada, o porque el equipo no transmitía. Ya fuera por la "cositas" de Juande o por aquel maldito 28 de agosto. No sé cuál es la razón, o quizás fuesen todas, pero el caso es que la magia del Sánchez Pizjuán se había evaporado. Hoy, después de recibir hace sólo 48 horas otro palo, el equipo la magia ha vuelto al Sánchez Pizjuán, a los jugadores, a la grada, para llevar en volandas al equipo. 3-0 a un Valencia que contaba por victorias sus partidos fuera de casa y que pudieron ser más. Bien en la defensa, con la pareja de centrales que mejor lo estaban haciendo y que parecía que Juande no se daba cuenta (¿o no quería?, nunca lo sabremos) y un Crespo que debutaba esta temporada y que amargó la noche a Joaquín (que según decían había vuelto a ser el de antes). Inmenso Keita y mucho mejor Poulsen. Gran esfuerzos por las bandas y perfectos los dos delanteros, que, entre otras muchas cosas, volvieron a marcar. Importante victoria la de hoy. Por la confianza del bloque, por los aficionados, porque ganamos con solvencia a un rival directo y tenemos ya los puestos de Champions a 6 puntos, porque damos un puñetazo encima de la mesa para que no se olviden en el resto de España que estamos ahí, porque era importante empezar ganando en el primero de los 4 partidos decisivos de liga que íbamos a jugar y sobretodo por Manolo Jiménez. Seguro que hoy no podrá dormir. Tantos años soñando con volver al Sánchez Pizjuán, al otro lado de la cal por donde tantas veces corrió, pero escuchando su famoso: Jiménez que cojones tienes y ganando, machacando a todo un Valencia por 3-0. Enhorabuena a todos (hasta al Blackburn Rovers).