Cuando más necesario era. Volvió Palop, que hizo unas paradas increíbles; volvió Adriano, lástima que se pierda el partido de la Palmera; volvió Alves; volvió esa pizca de suerte, la suerte del campeón.
Volvió el Sevilla FC que tantas noches maravillosas nos ha hecho pasar cuando más falta hacía, cuando quizás menos lo esperábamos.
Así se gana en Santander. Así se consigue la clasificación matemática para Europa por quinto año consecutivo. Bueno, casi matemática, porque la única posibilidad de no clasificarnos es perder los dos partidos y que Mallorca o Deportivo ganen los dos, cosa complicada, mucho.
Y así se salva el primer macth ball de la champions.
Ahora mismo estamos empatados, pero tenemos que hacer un punto más que ellos. Ellos tienen tres partidos y nosotros dos. Eso significa que si ellos hacen 1 tenemos que hacer 2, si hacen 2 tenemos que hacer 3 y así sucesivamente. Es difícil, pero no imposible.
Pero ahora sí confío en mi equipo. Y no porque ganara, sino por como lo hizo. Agresividad, fuerza, concentración, pegada.
Lo tuvo todo.
Y ahora a pensar en el Betis, del que dicen se ha salvado matemáticamente. No voy a decir que me alegro, porque estaría mintiendo.
Pero vamos, que me da igual que estén o no salvados. En el Benito Villamarín nos jugamos el segundo match ball de la champions y hay que ir como hoy, a ganar.
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