martes, 18 de septiembre de 2007

Homenaje a Antonio

Llegué temprano al estadio. No suelo hacerlo, salgo días especiales. El domingo lo era. Llegué por gol norte, aunque siempre lo hago por la calle Cristo de la Sed. El domingo llegué por gol norte y rodeé el estadio por completo, camino del gol sur. Lo hizo por preferencia, pero cuando llegué a gol sur seguí caminando, buscando la puerta 16. Allí me quedé bastante rato, absorto en tantos y tantos mensajes de cariño. Supongo que ya subí con los nervios a flor de piel. Me senté como siempre en voladizo, arriba de donde cayó fulminado nuestro Antonio y no quise mirar hacia abajo. Prefería mirar al gol norte y reproducir en mi memoria esa imagen maravillosa de Antonio empalmando el servicio de Jesús Navas y llevándonos a todos hasta la gloria, que es la que quiero guardar como la última. Después de ver a mi abuelo en la camilla de la uci, ya fallecido y darle el último beso, hice todo lo posible para borrar esa imagen y recordar la última con un sonrisa, pero no pude. Desde ese día no he vuelto a hacerlo. Intentaba no mirar abajo y lo conseguí. Lo conseguí a duras penas, con lágrimas deseando salir durante el minuto de silencio. Pero ya no pude evitarlo cuando se acercaron Daniel y el capitán del Recreativo a dejar el ramo de flores en aquel lugar donde cayó. Es imposible intentar olvidar. No podré hacerlo nunca. Siempre que mire a esa esquina del área del gol norte recordaré el zurdazo que nos cambió la vida y siempre que mire esa esquina del área pequeña del gol sur lo recordaré en el suelo luchando por sobrevivir, por salir del campo por su propio pie.

No hay comentarios: