martes, 25 de septiembre de 2007

¡Qué no cunda el pánico!

Vaya como está el pueblo por dos partidos perdidos. Dos partidos ante rivales de la categoría del Ársenal y el Barcelona. Dos rivales obligados a luchar por todo en todas las competiciones en la que participan. Dos rivales que unos presupuestos que nos harían llorar (o reír) si los comparamos con el nuestro. Se ha perdido, pero es que perder contra estos dos equipos en sólo 4 días entra dentro de cualquier quiniela. Y ¿pasa algo?. Pues no. No, como no pasó nada cuando perdimos el año pasado en la Romareda y en casa ante el Mallorca. Perdimos dos partidos ante rivales, en teoría inferiores, no como estos dos colosos y después ya vimos como acabó la temporada. Esto es otra consecuencia de ser grandes. Los grandes están obligados a ganarlo todo y en cuanto pierden un par de partidos todo el mundo empieza a hablar de crisis. Gracias a Dios, aquí no lo ha nombrado nadie todavía, pero caerá como pinchemos con el Español. Tranquilidad. Ahora vienen partidos un poco más relajados (dentro de la dificultad, tampoco podemos relajarnos del todo) y las aguas volverán a su cauce.

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