domingo, 27 de enero de 2008

Había que ganar...y se ganó.

Y me da igual lo que estoy leyendo desde anoche en los portales de internet y los foros de algunos de estos portales. Había que ganar y se ganó y todo lo demás me importa poco. Porque también debíamos haber ganado otros partidos en los que fuimos machacados por los árbitros y perdimos, y, ¿alguien se acuerda ya de eso?. No, el único recuerdo está en la clasificación. Los tres puntos de hoy estarán ya en nuestro casillero por el resto de la temporada. Durante el partido escuché a los de siempre gritando a Del Nido y a Jiménez. Son pocos. Son los mismos que se sacaron la entrada para Eindhoven los primeros, refregándosela a todo el mundo. Son esos que cuando el Sevilla gana es el mejor del mundo y en cuanto la cosa se tuerce un poco, Del Nido es un ratero y Jiménez no tiene ni idea. Pero fueron sólo unos pocos. El resto, sabía la importancia del partido y animó sin parar, aunque el equipo titubeara tras recibir el empate. La grada parece por fin entender qué papel tiene que desempeñar y ayer llevó en volandas al equipo. ¿La forma de ganar?. Cada partido se gana de una manera. Hay veces que ganas jugando de cine y veces que pierdes jugando aún mejor. Hay veces que llegas una vez y ganas y veces que llegas cien veces y no le metes un gol al arcoiris. Ayer el Sevilla FC jugó regular. No fue el mejor partido de los últimos 24 meses, desde luego, pero tampoco el peor. Creamos bastante peligro. Es evidente que no cercamos la portería rival durante los primeros minutos como antaño, cuando resolvíamos partidos en los primeros minutos, pero aún así, creamos mucho peligro por ambas bandas. Y se ganó de penalti en el último minuto. Cómo más duele. Sobre todo para el equipo contrario si éste se dedica a perder tiempo durante todo el partido. Si fue penalti o no, no lo sé. Aunque se produce en mi portería, todo es muy rápido y la verdad, mientras no lo vea repetido por televisión no podré definirme. Pero la verdad es que me trae sin cuidado. ¿Acaso no fueron penaltis los que este mismo árbitro se tragó en Mallorca que a la postre nos costó la liga? ¿Qué pasa si no ha sido penalti?. Pues que un equipo que vino a empatar perdió y otro que quiso ganar siempre, ganó. ¿Cuántos puntos roban cada temporada Madrid y Barcelona?. Cuántos goles en fuera de juego, cuántos penaltis que no son, etc. Me gustaría que haya sido penalti pero si al final resulta que no fue, me da igual. Sobre la jugada previa, que tanto revuelo ha formado, si me voy a pronunciar. Aplaudo a Maresca. Lo aplaudo porque ya está bien. ¿Quién es el antideportivo?. ¿Maresca?. ¿El Sevilla FC?. Lo siento, pero no. Los antideportivos son todos aquellos jugadores de equipos mediocres como Osasuna que se llevan todo el partido perdiendo tiempo. Son aquellos que utilizan lo mal llamado picaresca para perder tiempo contínuamente. Aplaudo al Sevilla por no tirar los balones fuera cada vez que algún tramposo se tiraba al suelo. Hay que acabar con estos tramposos y Maresca ha hecho lo que todos desean hacer pero no son lo suficientemente valientes. Es la única forma que hay de acabar con estos. Yo vi a Iturralde decirle al jugador de Osasuna que se levantara que no había pasado nada. Pero era el descuento y el "listo" de turno se pensó que el partido acababa allí si se quedaba tirado en el suelo. Lo hemos visto hacer muchísimas veces a este equipo, al Alavés, a muchos. Pero esta vez la pelota le llegó a un italiano. Un jugador que sabe qué es la picarezca mejor que nadie porque nació en el país que la inventó y que está harto de que le tomen el pelo. Y dijo, para listo, yo. Y si al final el jugador necesitaba de verdad que lo atendieran y Maresca se equivocó, pues, qué se le va a hacer. Como en el cuento, gritó tantas veces que venía el lobo que cuando vino nadie le creyó. Cuando te llevas un partido entero engañando a todo el mundo, si cuando es verdad no te creen, es culpa tuya. Y ahora saldrá en todos los medios madrileños que el Sevilla es un tramposo. Hipócritas. Me da igual lo que digan. Si hubiera sido Raúl el que lo hubiera hecho, saldría media España en su defensa, alegando que estaba ya desesperado de que le hicieran trampas e hizo lo que debía de hacer. Cualquier amante del fútbol de verdad, está harto de los tramposos y si lo hubiera hecho su equipo, aplaudiría. Dos a uno. Victoria sevillista que es lo único que importaba.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y si fuera Agüero el que mar´cara un gol con lamano voluntariamente, o Raul, o si fuera el Atlético de Madrid el que le metiera un gol al Villareal con un rival lesionado dentro del área, que nadie se lleve a engaños, el fútbol es fútbol, ya está bien de tonterías.
Y en cuanto a lo de Ziganda, si es verdad, y obviamente si hubiera alguna prueba, nuestro Consejo de Administración debería denunciarlo; habría que buscar una sanción ejemplar. Mucho hablar de insultos racistas cuando, como decía don Pablo Alfaro, en los campos de fútbol se gritan cosas mucho peores, como esta o como la de "sevillanos, gitanos y rateros" o como quiera que digan los cabrones de Madrid.
P.D.: Todo el mundo anda hablando del penalty injusto y yo no lo veo tan claro. La mano es clara, por lo que entra en la decisión del árbitro decir si es voluntaria o involuntaria, si influye en el juego o no. Sólo una cosa, que esa la puedo ver yo como cualquier otro, adónde iba el jugador del Osasuna con las manos por delante, una entre las piernas de Chevantón.

templario1973 dijo...

Ya he visto la jugada repetida, que por cierto no lo ponen muy claro, por algo será.
El caso es que para mí es penalti porque mano hay y esta mano interfiere en la jugada. ¿Involuntaria?. Si entendemos como involuntaria que sea el balón el que golpee la mano y voluntaria que sea la mano la que golpea el balón, puede ser involuntaria. Pero lo que sí es, es evitable. El jugador del Osasuna va con todo. Mete las piernas, el cuerpo, las manos, todo. No se preocupa golpear la pelota con la parte del cuerpo que sea y al final la pelota golpea en su mano, cortando la jugada de Cheva. Ante esto, sí, puede ser involuntaria, pero para mí, es penalti.