lunes, 27 de agosto de 2007

Tercer parte médico

Después de oír el tercer parte médico, me sentí totalmente desolado. Quizás no sea peor que los anteriores, quizás sea mejor, pues van pasando las horas y todos los que entienden algo de medicina dicen que el tiempo corre a su favor. Pero yo estoy desolado desde que lo oí. Primero porque en los dos anteriores definieron la situación como "muy grave" y hoy la han definido como "crítica". Con lo que miden los médicos las palabras, no creo que no haya sido intencionadamente. Hoy además han declarado cual puede ser la enfermedad que sufre Antonio Puerta, displasia arritmogénica del vetrílocuo derecho, a partir de entonces todos empezamos a buscar lo que significa. Una vez consultado todo lo consultable, que bueno ésto de internet, llego a la conclusión que la enfermedad en sí, una vez salvada su vida, como así esperamos todos, no es tan grave y podrá hacer una vida normal, incluso hay artículos que hablan de poder seguir realizando deporte. Lo que realmente me dejó preocupado y con el ánimo por los suelos es que haya podido sufrir daños cerebrales o en otro órganos. Es increíble los sentimientos que puedes tener hacia personas que, realmente, no conoces. Eso piensas, los ves tan lejanos, allí, en el césped o firmando autógrafos. Pero te das cuenta, que el Sevilla, la familia sevillista es tu familia también y hoy en miembro de mi familia, familia sevillista, pero familia, se está debatiendo entre la vida y la muerte y por eso estoy destrozado. Sólo queda, como cada día, seguir rezando y seguir esperando. Esperando que uno de esos partes médicos sean para traernos buenas noticias. Sé que llegarán, lo sé. Creo que va a salir de ésta. Lo va a conseguir porque es muy fuerte. Luego, ya veremos luego. Mientras seguiré esperando y pegado a todo lo que emite noticias, deseando que no haya ninguna, pues eso, según dicen, es la mejor de las noticias.

1 comentario:

Talibán Sevillista dijo...

No sabes lo duro que llega a ser estar alejado de Sevilla sin ninguna posibilidad de saber como se encontraba la situación en cada momento.
Pude seguir el partido desde un bar, pero cuando terminó no hubo manera posible de informarse.
Creo que nunca antes una victoria sevillista fuera tan amarga.