Con un resultado tan corto y con 90 minutos por delante en el Bernabéu es difícil. Pero más difícil si ya empieza la maquinararia nacional-madridista a hacer de las suyas. Para prueba lo que dice AS sobre el partido de ayer:
¿Cómo puede decir Tomás Guasch que es más fácil pitarle un penalti en contra al R. Madrid que a favor y quedarse tan tranquilo?. ¿De verdad no le da vergüenza decirlo?.
En Marca sin embargo, lo cual me parece increíble si dicen que el Sevilla FC fue mejor que el R. Madrid.
El tal Guasch dice que Burrull se inventó el penalti, ya fue sólo un tropezón con Ramos por el acoso de éste y que lo mismo ocurrió en el otro área y debió medir con el mismo rasero.
Yo de verdad es que no lo entiendo. No he visto repetida las imágenes, por lo que no puede decir si fueron o no penaltis las tres, una o ninguna, pero lo que sí tengo claro es que en los tres casos se trata de apreciación arbitral, en una vio penalti (y lo tuve que ver bien claro para pitarlo) y en las otros no lo vió. Así de fácil. Son estos errores los que se pueden perdonar. Lo imperdonable es que una vez pitado el penalti no tuviera lo que hay que tener para expulsar a Sergio Ramos y dejar al R. Madrid una hora con un jugador menos. Esto no es un error, es actuar con premeditación, como pasó el año pasado en la segunda tarjeta que debió ver Michel Salgado y tampoco se la enseñaron.
Esto es lo que nos queda de aquí al domingo. Preparar el terreno para que Undiano Mallenco salga preparado para darle esa ayudita al Madrid, sin la cual, hoy por hoy, saben que sería muy difícil vencer al Sevilla FC.
Vamos a pensar en el AEK y luego habrá que hacer trabajo mental para soportar toda la basura que correrá por los distintos medios madridistas.
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