Como dije en un post anterior, hoy jugaremos nuestro quinta final en 15 meses. Cada uno de nosotros tendrá miles de recuerdo y sensaciones de las cuatro anteriores. Cada una tendrá algo especial y una de ellas será su favorita.
Sin duda, para mí, mi favorita es la final de Eindhoven. Supongo que será por ser la primera. Será porque nunca habíamos jugado ninguna, mucho menos ganado. Será porque fui a Eindhoven con mi padre. Será porque lo que viví durante aquellas 24 horas no tiene comparación con nada de lo que he vivido futbolísticamente hablando. Por todas y cada una de esas cosas, la final de Eindhoven quedó grabada en mi corazón en un lugar de privilegio.
La segunda, en Mónaco, tampoco se me olvidará. Me cogió en Florencia, sin televisión para ver el partido. Sólo con el móvil y por ahí me llegó la voz de Jesús Alvarado y los goles del Sevilla FC. Luego me fui a celebrarlo por las calles florentinas.
La tercera, en Glasgow, la viví nuevamente con mi padre, pero esta vez en casa. Teníamos previsto el viaje pero al final no pudimos ir. Sufrimos mucho pero así la victoria supo mucho mejor. La Copa de Palop será difícil de olvidar. La cuarta, en Madrid, también la viví insitu, esta vez acompañado además de mi madre y mi mujer. Fue una fiesta familiar, con una victoria corta pero llena de anécdotas.
La de hoy, la viviré de nuevo con mis padres y mi mujer, en casa. En ese salón donde he visto tantas finales europeas y españolas sin que el Sevilla se asomara nunca a ellas. Esas finales donde siempre le decía a mi padre que cuándo jugaríamos nosotros una. Esas finales que ya estamos tan acostumbrados a jugarlas (y ganarlas) que empiezan a no tener valor para algunas personas.
Esta noche será de esas de mucho nerviosismo. En condiciones normales, por la diferencia hoy por hoy entre la calidad y el estado de forma de ambas escuadras y por la ventaja en el marcador, seríamos favoritos. Pero enfrente está el Polvo de Estrellas, con toda su maquinaria mediática apretando. Será complicado. Pero no será más de lo que fue para el Depor cuando lo tumbó en la final de la Copa del Rey el año del centenario madridista. Esa final que diseñaron desde todos los estamentos del fútbol nacional para que fuese una gran fiesta merengue y que acabó como el maracanazo del año 1.950.
Por eso, porque somos mejores, porque tenemos más experiencia últimamente en finales y porque tenemos más ilusión, hoy vamos a conseguir el noveno título de nuestro historia. A por él.
2 comentarios:
Si nadie lo impide , hoy el pez grande se comerá al pequeño.Hoy nuestro Sevilla FC le pasará por lo alto al polvo de estrellas. Además tendremos un aliado allí, el estadio Bernabeu quedó tan prendado con nuestra afición que está como loco por ver de nuevo las banderas blanquirojas en su interior.
Posd- Una rectificación, el sonido que te llegaría por el movil de los goles en Monaco sería de Alberto Moreno , ya que se van turnandose en las finales .( Ostias macho , jugamos tantas que fijate lo que tienen que hacer jajajajajaja)
Pues la verdad es que no me acuerdo, pero no me extraña, porque es lo que tú dices, jugamos tantas finales que ya no podemos recordar ciertas cosas...jajajaj.
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